lunes, 25 de octubre de 2010

en lista.

Y no es imprescindible que aparezca tu nombre en la lista de una fiesta para gozar de todos los privilegios que ellas traen consigo. Con una cara bonita y un poco de gracia procuran que estes dentro. Ahí logramos entrar, tratando de no desentonar en el ambiente bohemio de la gente, tratando de parecer unas chicas más, como las demás. Hemos de reconocer que la edad nos delataba un poco, pero no importó.
Camareros paseando con copas de champán o rosado sobre una bandeja, photocall para retratar a los asistentes, música, barra libre y caras conocidas. Eso sí, algunas más que otras. También estuvieron allí "nuestras amigas", al principio nos hicimos las tontas, pero...llegó un momento en que en un acto por quedar bien me acerqué a saludar. Llámenme falsa, pero aquí es lo que hay. No son ningunas personas fundamentales en mi vida con las que haya de ser sincera.
Esa noche me dejó un poco rota, tantos labios probados pero... tan pocos que aquella noche quisieran que compartiésemos besos en algún rincón escondido de ojos ajenos. ¿Dolida? Para nada, es lo que tenía la situación. "Comportaos que hay familiares y amigos", acatamos las reglas y eso hicimos. Nada que llamase la atención y que hiciese obvio el por qué nosotras estabamos en esa fiesta.
Nunca se me ha dado mal fingir, pero... siempre hay alguno de esos momentos en que se te pierde la mirada e inconscientemente le estas enfocando a él. No hubo nada que hacer ese día. Cuando la pareja esta presente el trato a mantener ha de ser el más escaso posible, y así fue. Cruzamos algunas frases, una foto y poco más. Dijiste que tenías ganas de volver a mi ciudad, yo también tengo ganas de que vuelvas. De besarte, de dormir abrazados y de que te despiertes despeinado y hablando en un tono de voz que desborda amor. También tengo ganas de que me hagas tuya al despertarnos, y que me abraces cuando me tenga que ir desde la cama y supliques que me quede un rato más, o que sino tu te vienes conmigo.
La última vez no trajo consecuencias. No andé triste llorando por las esquinas porque alguien llegó. Pero ahora no está ese alguien, y ... creo que tendré una espinita clavada durante cierto tiempo, que me tendrás que sacar sí o sí cuando nos volvamos a ver. Espero ansiosa tu visita J.
Penny Lane

No hay comentarios:

Publicar un comentario